domingo, 19 de abril de 2020

Gabriel García Márquez: De Colombia para el mundo.

En 1982 el escritor colombiano Gabriel García Márquez recibió el Nobel de Literatura “por sus novelas e historias cortas, en las que lo fantástico y lo real se combinan en un mundo ricamente compuesto de imaginación, lo que refleja la vida y los conflictos de un continente”.


Gabriel García Márquez fue un escritor novelista, cuentista, guionista, editor y periodista, Premio Nobel de Literatura en el año de 1982 y uno de los grandes maestros de la literatura universal. Nació en Aracataca (Magdalena), Colombia el 6 de marzo de 1927. Murió en Ciudad de México en el año 2014.


sábado, 18 de abril de 2020

Historia de Puerto Rico: 1948 al 1952.

Esmeralda Santiago nació en el año 1948. Estos visuales nos ayudarán a entender la niñez de Esmeralda y las descripciones presentadas en la novela Cuando era puertorriqueña.


(Serie Puerto Rico 1948 al 1952, la cual presenta imágenes nostálgicas y conmovedoras de la vida campesina y urbana del puertorriqueño en dichos años. Misioneros menonitas ubicados en la comunidad La Plata en Aibonito y en Cayey grabaron videos a color y los conservaron hasta que Tom Lehman los coleccionó, digitalizó y los publicó en sus páginas de Youtube y flickr. Gracias a la colaboración generosa del Sr. Lehman, Conociendo a Puerto Rico editó tales videos y les añadió música puertorriqueña para exhibirlos en la serie presente.)





Como en la mayoría de los campos de Borinquen no había electricidad ni neveras, las personas se levantaban al amanecer para ordeñar vacas y cabras y darles leche fresca y sin pasteurizar a sus familias. Tampoco habían lavadoras de ropa y las mujeres lavaban sus telas en los ríos. También se aprecia a hombres esparciendo café sobre el grasil, un piso amplio de cemento al aire libre, para secarlo al sol y llenando y cargando sacos de café. Debido a la escasez de recursos económicos, los campesinos hacían los velorios en sus casas y luego cargaban el ataúd hasta la carretera aún por lugares tan precarios como el que muestra el video.





jueves, 16 de abril de 2020


Estudiantes del Colegio Santa Gema

comparten con la escritora Esmeralda Santiago

En octubre del 2018, en el Festival de la Palabra, un grupo de estudiantes del Colegio Santa Gema disfrutaban de diversas actividades. Justo en ese moemento, llega la escritora Esmeralda Santiago, quien hizo su viaje desde Nueva York para recibir un reconocimiento por parte de los organizadores.
Con una amplia sonrisa complació nuestra petición: tomarnos una foto con ella. Nos expresó la emoción que sentía al poder compartir con estudiantes de su isla querida. Se sentía sumamente agradecida por el cariño recibido. Se despidió y nos regaló estas palabras: Siempre seré puertorriqueña.


martes, 14 de abril de 2020

Entrevista a Esmeralda Santiago



Autora de la novela Cuando era Puertorriqueña 



                                                                     

domingo, 12 de abril de 2020

Historia: Galería de Fotos

Puerto Rico: en el 1900




Calle en Cataño. (1900)



Santurce (1900)


Plaza Yabucoa (1900)

miércoles, 8 de abril de 2020

Década del 50 en Puerto Rico

Durante las primeras décadas del siglo 20 el grueso de la población de Puerto Rico estaba integrado por trabajadores agrícolas que recibían salarios  sumamente bajos. 

Estos salarios apenas alcanzaban para que los trabajadores pudieran cubrir sus gastos como jefes de familias, tales como vivienda adecuada, alimentación balanceada y ropa.
Mucho menos les daba para cuidados a sus enfermos  o medicamentos para prevenir enfermedades. No podemos olvidar que el promedio de hijos por cada hogar de esta época sumaban más de ocho. Estos detalles nos llevan a entender cuán crítica era la situación.
La alimentación diaria de las familias trabajadoras era muy pobre ya que las porciones eran muy reducidas. Por ejemplo, un desayuno consistía de una taza de café negro. El almuerzo y la cena consistían de arroz, habichuelas, harina de maíz, viandas y en ocasiones una porción de bacalao. Según el relato de mi padre, quien nació en el Barrio Ángeles de Utuado en el año 1926, los padres se privaban de comer para que los hijos pudiesen recibir una cantidad mayor de alimentos. Inclusive, iba a la escuela porque él solamente disfrutaba del arroz cuando allí lo ofrecían.
Niños y niñas se incorporaban desde muy pequeños al mundo del trabajo, tanto en las labores domésticas como en la agricultura . En los predios de sus humildes casas, los varones atendían pequeños sembrados de viandas (guineos, plátanos, ñame,maíz, entre otros) para el sustento diario,buscaban agua y leña y cuidaban los animales (vacas, cerdos) cuando los tenían. Las niñas participaban de las mismas tareas a las que sumaban los quehaceres del hogar: limpiaban, cocinaban, lavaban, planchaban y cuidaban a los hermanos menores. Era frecuente que ambos sexos compartieran sus responsabilidades familiares con algunas horas de trabajo en las haciendas, bien fuera recogiendo café, sirviendo agua a los cortadores de caña y en otras funciones que podían realizar según su edad y desarrollo físico. De ahí que muchos padres necesitados de la aportación económica adicional recurrieran a sus hijos como fuentes de ingreso y les privaban del derecho a una educación. Los niveles de analfabetismo en esta época fue sumamente alta. 
En este escenario, el Presidente de los Estados Unidos, Harry S. Truman, lo nombró como el Primer Gobernador Puertorriqueño de la isla de Puerto Rico. Este sirvió como gobernador desde el 1946 al 1949, cuando entregó el cargo a Luis Muñoz Marín (1949), Primer Gobernador de Puerto Rico elegido por el pueblo.


 Piñero: Primer Gobernador Puertorriqueño



Jesús T. (Toribio) Piñero Jiménez nació el 16 de abril de 1897 en el Sector El Mangó del Barrio Martín González de Carolina, Puerto Rico. Fue el mayor de los seis hijos de Don Emilio Piñero Estrella y Doña Josefa (Pepita) Jiménez Sicardó. Doña Josefa murió luego de dar a luz al sexto hijo. En ese momento, Jesús tenía ocho años. Piñero se educó en escuelas públicas en Carolina y Río Piedras. Estudió ingeniería en la Universidad de Pennsylvania. Durante toda su vida, Piñero cultivó un gran interés en la ciencia y la tecnología. En 1922 fundó con otros amigos radioaficionados el “Porto Rico Radio Club”. Piñero fue el segundo puertorriqueño en obtener una licencia de radioaficionado y construyó en su propia casa la primera estación radiotelefónica en Puerto Rico que funcionara con tubos.




Para las elecciones de 1928 se postuló para la Asamblea Municipal de Carolina por el Partido Republicano. En 1929 fue elegido Presidente de dicha Asamblea. Su trabajo en la Asamblea se caracterizó por la eficiencia y atención a detalles. En 1931, Piñero se casó con la Srta. Aurelia Bou Ledesma. Tuvieron dos hijos: Haydeé y José Emilio.

En 1934, Piñero participó en la formación de la Asociación de Colonos de la Caña y fue elegido presidente de la organización. Cabildeó en Washington para obtener para los colonos los beneficios de la Ley Costigan Jones. Durante estos esfuerzos conoció al joven Luis Muñoz Marín y pronto establecieron una fuerte amistad.
Para 1936, Piñero, luego de abandonar las filas Republicanas, se postuló para el Senado por el distrito de Humacao por el Partido Liberal. No tuvo éxito en esta campaña. Durante el 1938 y 1939 se encargó en gran medida de la campaña para inscribir al nuevo Partido Popular Democrático. Y en 1940 es electo a la Cámara de Representantes por esta agrupación.
En 1944 es electo por abrumadora mayoría Comisionado Residente. En Washington se dedica a hacer amigos para Puerto Rico y dar a conocer las obras y objetivos del gobierno de la Isla. Sometió el Proyecto Tydings-Piñero para atender el asunto del status de la Isla. En 1946 es nombrado Gobernador por el Presidente Harry S. Truman, siendo el primer puertorriqueño en ocupar esta posición. Durante su administración fueron aprobadas las leyes de excención contributiva que formaron las bases de la Operación Manos a la Obra. Firmó una nueva ley de personal. Defendió los proyectos de la Compañía Agrícola, particularmente los proyectos establecidos en Vieques ante los esfuerzos de expropiación de la Marina de Guerra de los Estados Unidos. Impulsó la construcción del nuevo aeropuerto internacional en Isla Verde en Carolina. En 1947 el Congreso de Estados Unidos aprobó la Ley del Gobernador Electivo.
En 1947, Piñero fue nombrado por el Presidente Truman como Comisionado de los Estados Unidos en la Comisión del Caribe. Sirvió en esta Comisión hasta 1951. Durante los últimos años de su vida colaboró con el empresario estadounidense Leonard D. Long en proyectos de construcción de viviendas a bajo costo.
Piñero falleció el 19 de noviembre de 1952 en su hogar en Canóvanas.





La Guerra de Corea y los soldados puertorriqueños




El 10 de junio de 2014, el presidente estadounidense Barack Obama firmó el proyecto 1726 que ordena otorgarle la Medalla de Oro del Congreso, el más alto reconocimiento civil en Estados Unidos, junto a la Medalla Presidencial de la Libertad, a los Borinqueneers, la última unidad segregada del Ejército estadounidense integrado por boricuas de la Isla.
Hay que preguntarse si no llega muy tarde el reconocimiento a la valentía de los soldados y si no se queda corto al no ofrecerse una disculpa presidencial por la flagrante humillación a los nuestros.
El 24 de diciembre de 1950, los Borinqueneers, fueron los últimos en abandonar el puerto de Hungham “tras haberle salvado el pellejo” a la Primera División de la Infantería de Marina (Marines), en plena huida de la contraofensiva china durante la Guerra de Corea.
A pesar de los servicios meritorios al ejército estadounidense desde 1899, los honores, condecoraciones y tributos por sus ejecutorias, cientos de soldados boricuas fueron convictos por cortes marciales a condenas desproporcionadas y deshonra por negarse a pelear con el enemigo y desobedecer las órdenes de sus superiores en una operación militar en la que habrían sido masacrados. Así, las cosas, la batalla más feroz de los Borinqueneers no fue en el campo de batalla.
Que le afeiten el bigote

La más grande humillación a los boricuas llegaría a fines de septiembre luego del desastre de la colina Kelly”, explica la historiadora y profesora universitaria, Silvia Álvarez Curbelo, quien recuerda que “los partes de guerra en los periódicos de Puerto Rico hablan de los cadáveres boricuas que cubrían la colina”. Cuando el comandante del regimiento Juan César Cordero Dávila “fue relevado del mando y en su lugar se nombró a un comandante norteamericano una de cuyas primeras órdenes tuvo el efecto de una castración: mandó a afeitarle el bigote a todos los soldados de la unidad”.

Semanas después de Kelly, unos graves incidentes de insubordinación involucraron a casi 300 soldados del regimiento. “Alrededor de cien fueron convictos y condenados en juicios relámpagos a penas que fluctuaban entre los dos y los dieciséis años. Un clima generalizado de racismo y tratamiento desigual se advierte en los procedimientos tanto en los alegatos de la parte acusadora como en las débiles e indiferentes defensas provistas por abogados militares de oficio”, acotó.
El 65, “no solo estuvo más días bajo fuego, cubrió más territorio, capturó más combatientes enemigos y experimentó menos deserciones que la mayor parte de las unidades participantes, sino que a los boricuas se les escatimó reconocimiento hasta el punto en que ninguno de sus integrantes obtuvo la Medalla de Honor, la más alta distinción militar, a pesar de actos probados de heroísmo y efectividad en el campo de batalla”, según narran algunos soldados que participaron en el conflicto coreano.
estrictamente militar como desde el simbólico, el regimiento parecía haber descargado su función admirablemente”, insiste Álvarez Curbelo.
Gilberto Villahermosa, un experto en historia militar revela, en el documental The Borinqueneers, escrito, producido y dirigido por la mayagüezana Noemí Figueroa Soulet, en el que también participó Álvarez Curbelo, que un mes después de los eventos en Jackson Heights unidades del Regimiento 15 de Infantería “se comportaron de manera similar ante órdenes claramente suicidas pero que ningún soldado de esa unidad blanca fue procesado”.
En Jackson Heights
“Los incidentes de Jackson Heights no se conocerían en Puerto Rico hasta los primeros días del Año Nuevo cuando las cartas dolorosas y estupefactas de los detenidos comenzaran a llegar a sus familias. Una operación militar de escasa importancia que no figura hoy sino como referencia casual en los libros sobre la guerra coreana se convirtió entonces en el episodio que iluminaría todas las complejas y antagónicas significaciones del 65, que fue desbandado como unidad regular en 1953”, según Álvarez Curbelo.
La profesora recuerda que de septiembre de 1950 a mayo de 1951, el regimiento puertorriqueño se convirtió en la unidad más efectiva en un conflicto que sería la primera guerra “no ganada” por Estados Unidos en el siglo. Apodados “la brigada de incendios”, los boricuas eran llamados para resolver las situaciones más intrincadas.
Los más bravosEn su artículo La Guerra de Corea y los soldados puertorriqueños, la profesora universitaria señala que los altos mandos del ejército de los Estados Unidos, “preocupados por la pobre preparación militar de sus efectivos en plena Guerra Fría” le pusieron el ojo a los soldados puertorriqueños del Regimiento 65 de Infantería, “una de las primeras unidades en activarse al iniciarse las hostilidades en Corea en junio de 1950”, luego que en Vieques estos ganaran unos ejercicios anfibios frente a la Tercera División, la unidad más condecorada del ejército norteamericano.
“A lo largo de este período, los Borinqueneers (adaptación de Borinquen, nombre indígena de la isla) fueron los primeros en cruzar el río Han; protagonizaron una de las más feroces operaciones en el Triángulo de Hierro y prácticamente recorrieron toda Corea en la errática campaña del General MacArthur. Luchando contra un frío que descendía en ocasiones a -40 grados, contra el terreno de tundra y la intervención formidable de miles de voluntarios chinos, la unidad se sostuvo en cohesión gracias a resortes culturales de identidad y el liderato de sargentos probados en la Segunda Guerra Mundial”, recuerda Álvarez Curbelo.
Según la historiadora, tras el relevo de William Harris, el comandante que los había traído desde Puerto Rico y la salida de los sargentos que habían velado por sus soldados, los lazos socio-culturales que alimentaron la cohesión del regimiento se debilitaron inexorablemente. “Las redes populares de solidaridad que cobijaban a aquellos soldados que habían ido ‘...a pelear a otras tierras...’, quedaron neutralizadas por la creciente irracionalidad del conflicto”.
El nuevo comandante del regimiento, añade, el puertorriqueño Cordero Dávila intentó enderezar el curso recurriendo abiertamente a la motivación patriótica. “Exhortó una y otra vez al regimiento a no desfallecer y a duplicar en el campo de guerra el heroísmo cívico de un país que había proclamado el Estado Libre Asociado en julio de 1952”.
No obstante, para el otoño de 1952, las bajas boricuas comienzan a mostrar proporciones alarmantes.
Según la profesora universitaria, el trabajo documental de la mayagüezana Figueroa Soulet provee nuevas apreciaciones en torno a lo que el historiador Clay Blair (1987) llamó “la guerra olvidada” y en la que participaron cerca de 45,000 puertorriqueños.
“Al calor de la documentación depositada en archivos puertorriqueños y norteamericanos, de la abundante crónica periodística que reseñó la saga de guerra de los boricuas en suelo coreano y de sus familiares en Puerto Rico y sobre todo, de los impresionantes testimonios de sus veteranos, es posible hoy iluminar la espesura simbólica de la sangre colonial y descubrir enlaces insospechados con la hora actual puertorriqueña”, concluye.







A continuación, un video grabado para los años 50. Según la información que leí es una promoción para promover visitas a Puerto Rico. Aunque no presenta la realidad de la isla, solo presenta el aspecto turístico, resulta interesante verlo y comentarlo.



martes, 7 de abril de 2020

Wenceslao Sierra Deliz



Grupo Guajana: el más influyente colectivo
que ha surgido en la Poesía Puertorriqueña.
  
Poco se podría escribir sobre la influencia literaria de la denominada Generación del ‘60 si no se toma en cuenta la importancia que dejó la aportación del Grupo Guajana.
Transcurría la revoltosa década de los ‘60 y en Puerto Rico se comenzaba a sentir las repercusiones que trajo la creación del Estado Libre Asociado (ELA) en 1952Consecuencia lógica de esta nueva realidad fue una transformación total en los aspecto económico y social.
En septiembre de 1962, unos jóvenes que provenían mayormente del Departamento de Estudios Hispánicos del Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico, entre los que se encontraban José Manuel Torres Santiago, Andres Castro Ríos, Edgardo López Ferrer, Vicente Rodríguez Nietzsche, Marcos Rodríguez Frese y Wenceslao Serra Deliz integraron lo que se conocería como el Grupo Guajana. Más adelante se les unirían, Antonio Cabán Vale «El Topo», Ánjelamaría Dávila, Ramón Felipe Medina, Edwin Reyes, Juan Sáez Burgos y unos cuantos más.
Fue a fines de 1962 que, como órgano oficial de estos escritores, surgió la Revista Guajana, que desde sus primeras ediciones provocó una revolución en el ámbito de nuestra Poesía Nacional. Esto fue así debido a que ellos implantaron un nuevo fenómeno que, sin pretender, rompía con las tendencias literarias de la generación anterior.






POR UNA PALABRA


A comienzos de la década del 1960 nuestro profesor de literatura puertorriqueña de la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras afirmó que el gobernador Luis Muñoz Marín había logrado que nuestro insigne y querido compositor Rafael Hernández cambiara una palabra, una simple palabra, de su patriótica y famosa canción Preciosa. La palabra en cuestión era algo así como el alma de ese famoso texto. “Tirano” fue cambiado por destino. En lugar de no importa el tirano te trate con negra maldad, leería no importa el destino te trate con negra maldad, según la escuché con sorpresa y desazón en la versión de Jorge Negrete. Es muy probable que ni Muñoz ni el mismo autor previeran el escándalo que esto causaría en un pueblo que, a pesar de las ideologías y vaivenes políticos, siempre ha exhibido un fuerte nacionalismo cultural. Máxime cuando previo a eso el gobernante y poeta había tratado igualmente de que el compositor hiciera algunos cambios a su popular canción Lamento borincano, logrando tan solo el rechazo del artista.
Cuando nos enteramos del cambio en esa palabra de Preciosa, Hernández estaba recluido y muy enfermo en el Hospital de veteranos, ubicado entonces en la avenida de Diego en Santurce. Los miembros de la Federación de Universitarios Pro Independencia nos reunimos en sesión urgente y decidimos organizar una marcha y piquete como reacción a lo que veíamos como un ultraje a una canción que se consideraba como un patrimonio nacional. Igual rechazo se produjo en otros sectores, según explica Jaime Rico Salazar en su libro Cien años de boleros.[1]
Ni tardos ni perezosos, organizamos la marcha y fuimos hasta las proximidades del hospital, vociferando indignación nuestra protesta por la ofensa recibida en el cuerpo de aquella canción que ya era una bandera más de nuestro acervo cultural y bohemio. Estuvimos alrededor de una hora haciendo la ronda del piquete frente al edificio donde convalecía el maestro.
Recuerdo que en cierta ocasión un periodista le preguntó al cantante mexicano Marco Antonio Muñiz – ex integrante de los “Tres ases” en cuyo país Hernández escribió aquella canción- porque razón él la cantaba usando la palabra “tirano”. El artista respondió con entereza que se debía simplemente a que esa era la letra original.
Sin embargo, yo no había tenido-ni tengo- constancia de la afirmación que hace el mismo Rico Salazar en el sentido de que nuestro “jibarito”, al percatarse de su grave error, restituyó la letra original.
Siempre he guardado un recuerdo muy vivo de aquella manifestación estudiantil universitaria, la única en su clase, en la que protestamos con indignación por el cambio de una simple palabra una canción que ya se había convertido para todos los puertorriqueños en otra “canción del alma”. Una vez más se hizo evidente la fuerza extraordinaria de los símbolos.
Wenceslao Serra Deliz
Libro: La memoria que no cesa



[1] Rico Salazar, Jaime. Cien años de boleros. Bogotá, Centro Editorial de Estudios Musicales, p.172.



Verde Luz ... una danza para la historia.



Antonio Cabán Vale separó su espacio en la historia musical de Puerto Rico. 

Su danza Verde Luz, se convirtió en una canción de sentimiento patriótico, al igual que Preciosa de Rafael Hernández y En mi viejo San Juan de Noel Estrada.

Durante sus años universitarios comenzó a publicar algunos de sus poemas en la revista "Guajana"; publicación que presentaba las obras de los jóvenes más destacados dentro del quehacer poético en la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras..
Nació el 22 de noviembre de 1942, en Moca, pueblo al oeste de Puerto Rico. 
Se graduó de Bachillerato en 1966 y poco después comenzó a trabajar como maestro en el Departamento de Instrucción Púbica, hoy conocido como el Departamento de Educación de Puerto Rico.  
Fue fundador del grupo musical Taoné , agrupación de especial importancia en el rescate del folclore como forma de identidad nacional. Interpretaba sus poemas en forma de canciones y empezó a descollar en el movimiento de la nueva canción de Puerto Rico, al lado de intérpretes como Andrés Jiménez y Roy Brown.
Entre sus composiciones se destaca 'Verde Luz', la canción que ha trascendido generaciones y cuenta con múltiples versiones. Es un canto al amor patriótico y de nostalgia. La tristeza de tener que despedirse de su isla, pensando en que estaría lejos de su querida tierra natal. Esa añoranza de los puertorriqueños que se ven obligados a emigrar, y sus deseos de regresar a la Isla, fue plasmado en una canción que sigue tan vigente como hace cinco décadas.. y la Canción de 'Antonia', dedicada a la joven universitaria Antonia Martínez Lagares, mártir de las luchas estudiantiles en la isla.
El Topo ha editado más de 20 álbumes de larga duración. También ha escrito dos libros de poesíaUn Lugar Fuera de Tiempo y Penúltima Salida.
En noviembre de 2016, la Universidad de Puerto Rico en Aguadilla (UPR-Aguadilla), anunció formalmente que nominaría ante el Senado Académico a Cabán Vale, para otorgarle un grado honorífico. El anuncio tuvo lugar en los predios del recinto aguadillano durante un homenaje al ilustre cantautor mocano como parte de la celebración del cincuentenario de la composición de la canción “Verde Luz”. Fue el 27 de junio de 2018 durante la cuadragésima quinta colación de grados de la UPR-Aguadilla que finalmente se le otorgó la distinción académica de Doctorado Honoris Causa.



Cuentos en la Pandemia:

Mujer sola Miriam Mercado Una mujer está sola. Sola con su estatura. Con los ojos abiertos. Con los brazos abiertos. Con el corazó...